Muchas veces no hace falta siquiera que haya una situación real que nos
estrese, sino que nos estresamos solos sin ayuda de nadie. Estar pensando
continuamente sobre nuestros problemas produce tensión en el organismo,
lo cual crea, a su vez, la sensación subjetiva de intranquilidad, que provoca
pensamientos todavía más ansiosos, cerrándose de esta manera el círculo.
Qué quiero decir con todo esto? Que muchas veces no es únicamente la
situación en sí la que nos estresa, sino cómo la interpretamos, esta
interpretación es la que nos produce una determinada emoción que es la
que va a influir en cómo nosotros nos comportemos, en qué estrategia
pongamos en marcha para resolver esa situación. Las emociones y estados
anímicos no suelen aparecer sólo de forma espontánea.
Se han realizado muchísimos estudios acerca de cómo afectan este tipo de
variables personales y cognitivas o modos de procesar e interpretar las
situaciones estresantes en varias enfermedades
algunas de las conclusiones de
dichos trabajos e investigaciones son las siguientes:
- Los sujetos con altas puntuaciones en neuroticismo utilizan
estrategias de afrontamiento poco eficaces, como el catastrofismo, en
el manejo del estrés. El catastrofismo consiste en pensar que las
cosas van muy mal e irán a peor. Se trata de afirmaciones tales como
“esto puede conmigo””, “no lo podré superar” o “si esto sigue así,
me ocurrirá algo terrible”. Es una estrategia que produce un efecto
realmente pernicioso para la adaptación y salud del individuo que la
utiliza.
- El lugar de control se refiere a las diferencias individuales en cuanto
a las creencias que tiene el sujeto acerca de su control sobre los
problemas. Tiene que ver con la expectativa de que las acciones
personales serán efectivas para controlar la situación. Es el grado en
que un sujeto percibe que el origen de eventos, conductas y de su
propio comportamiento es interno o externo a él. Si yo creo que
puedo hacer algo por solucionar o mejorar la situación o, por el
contrario, percibo el problema como algo externo y ajeno a mí en el que yo difícilmente puedo hacer algo. Y si no puedo hacer nada para
solucionar el problema, al menos puedo adoptar un papel activo en el
mismo: puedo buscar un grupo de apoyo, apuntarme a una página de
afectados o alguna asociación, etc.
- La mayoría de los autores están de acuerdo en que la autoestima es
un aspecto muy importante en el ajuste emocional y la salud mental.
A mayor autoestima mejor pronóstico de muchas enfermedades.
- La ansiedad tiene un valor predictivo sobre las estrategias de
afrontamiento. Las personas ansiosas se preocupan más por su salud
y tienden a catastrofizar, lo cual ya hemos visto que tiene unas
consecuencias muy negativas para la adaptación del sujeto a la
situación estresante.
- El optimismo como rasgo de personalidad, es decir, la tendencia a
mantener expectativas positivas sobre el futuro. Hay un creciente
número de estudios que apoyan los efectos positivos del optimismo
sobre la salud y el bienestar psicológico. Parece que las expectativas
positivas pueden apartar al paciente de las consecuencias
psicológicas negativas que acompañan a la enfermedad. Esta
protección lleva a una mejora general de la adaptación del sujeto a la
situación estresante a la que se ve sometido, y lo que más nos
interesa, el optimismo se puede aprender y entrenar.
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